Las empresas han descubierto en los robots para la realización de tareas peligrosas un aliado seguro y eficaz para proyectar entornos de producción idóneos para la prevención de riesgos. El objetivo de los “cero accidentes laborales” cada vez está más cerca si el responsable de agarrar, elevar, colocar, soldar, transportar y otras tantas tareas es un robot, verbos todos ellos que nos transportan a un escenario donde el trabajo físico, de desgaste incluso en muchas ocasiones hasta peligroso lo realizaba hasta entonces una persona.
La prevención de riesgos laborales es uno de los problemas situados en la parte más alta de la cima de las preocupaciones de una empresa. En primer lugar, para garantizar la seguridad e integridad de los trabajadores y un entorno de trabajo saludable y agradable. Pero no debemos olvidar que detrás también hay un componente económico y operativo: cada vez que se produce un accidente laboral en tu empresa el trabajador esta de media unos 11,5 días, según estimaciones de algunas mutuas de seguros, con los perjuicios que ello conlleva para la compañía.
Aún tenemos en nuestra retina los momentos más duros de la pandemia de COVID-19. Durante aquellos inquietantes días muchas organizaciones comprobaron lo que significa no poder contar con el grueso de sus plantillas al completo por problemas relacionados con la salud.
En este sentido, los robots destinados a trabajos considerados peligrosos pueden evitar que los accidentes laborales se conviertan en otro tipo de “epidemia” en nuestra empresa.
Para más detalles, resaltar que la ley obliga a adaptar el trabajo a la persona, en lo que concierne a la concepción de sus puestos de trabajo, además de la elección de los equipos y la metodología de trabajo y de producción, teniendo como objetivo, en particular, amortiguar las tareas repetitivas y monótonas y reducir los efectos que pueda tener en la salud”.
Volviendo al punto anterior: “Amortiguar el trabajo repetitivo y monótono”. Este punto pone el énfasis en la importancia de la automatización de los procesos productivos para minimizar el riesgo de accidentes laborales.
¿Dónde reside el problema? Que habitualmente los robots para trabajos peligrosos eran de muy grandes y pesados. Aunque pueda parecer contradictorio, demandaban un equipamiento de seguridad a su alrededor para operar sin riesgo para las personas. Por tanto, planteaba un enorme problema para plantas productivas pequeñas y con presupuestos limitados.
Este paradigma cambió con la aparición de los robots colaborativos: son ligeros, están desarrollados con formas redondeadas y cuentan con multitud de sensores que les obligan a detenerse en caso de impacto, o entrada de un operario en su perímetro de trabajo. De esta manera, los cobots pueden compartir espacio de trabajo con los trabajadores. Y pueden ubicarse en espacios pequeños. Entonces, ¿Pueden ser estos robots la solución para trabajos peligrosos?
Desde Innovantia® creemos que la respuesta es sí. Los cobots tienen todas las características para que una empresa garantice un nivel de seguridad óptimo. Pero no debemos olvidar que cuando se habla de riesgos laborales, toda prevención es poca.
Los cobots o robots colaborativos se configuran para desarrollar determinadas aplicaciones. No solo entra en juego el brazo robótico, sino también el software de programación, los sensores, los otros equipos con los que pueda interactuar en el entorno y las características del trabajo a realizar…
“Aunque la interacción entre el operario y el robot puede darse en un entorno totalmente seguro, se deben implementar aplicaciones en las que se tomen todas las medidas preventivas posibles. Por esa razón es imprescindible realizar una prueba de evaluación de riesgos antes de poner en marcha una instalación.
Si necesitas información sobre la posibilidad de instalar robots para trabajos peligrosos en tu empresa, te animamos a ponerte en contacto con nosotros.